Nueva ola de críticas a la gestión de la Supercopa de España. En primer lugar, la ciudad elegida por la Real Federación Española de Fútbol es la ciudad de Yeda, en Arabia Saudí. Hablamos de un país en el que se genera un gran debate por hechos relacionados con los derechos humanos.

La Federación apuesta por llevar a Arabia Saudí la Supercopa por ser "un intento de ayudar a la transformación del país". Todo ello, en un contexto en el que la situación para las mujeres es un tema polémico. La Federación ha llegado a un acuerdo con las autoridades saudíes para el libre acceso de las mujeres al estadio King Abdullah y lo más destacado, por escéptico que parezca, es que podrán llevar la indumentaria que estimen oportuno.

Luis Rubiales recibió el pasado lunes la crítica contundente de Eli Sarasola, portera del Ajax de Amsterdam:"Los miembros de la comunidad LGBTI+ también van a ir encantados y en plena igualdad en un país en el que se les encarcela y tortura, ¿no?"

Ante estos hechos el príncipe de Arabia Saudí, Abdulazzi bin Turkin bin Faisal Abdilaziz Al Saud, invita a las mujeres españolas a ir al país árabe a ver la Supercopa, en declaraciones a 'Marca': "Se pueden mover con libertad. Los fans que vengan de España van a ver algo que no esperan".

Otro problema que tiene la Federación es sobre el reparto económico con los equipos que disputarán esta novedosa final a cuatro. El Valencia ha sido el club que se ha quejado y solicitará un arbitraje que determine la cantidad justa que debe percibir cada equipo. Real Madrid y Barcelona recibirán una cantidad fija de nueve millones de euros mientras que el Valencia percibirá unos tres, todo ello sin contar las variables.

A esos ingresos fijos les tenemos que sumar el apartado variable dividido entre los méritos deportivos, la participación y el palmares histórico.

Al finalizar el sorteo, el presidente del Valencia, Anil Murthy, insistió con su protesta, reiterando que no está de acuerdo con el cambio de formato ni con el reparto económico, añadiendo que considera al Valencia un defensor de los derechos del resto de clubes, sin incluir a Madrid, Barcelona ni Atlético de Madrid.