La muerte de Diego Armando Maradona el pasado 25 de noviembre a causa de un paro cardiorrespiratorio ha dejado abiertas dos vertientes en torno a la muerte del '10': qué causas le llevaron al fallo cardíaco y qué ocurrirá con su herencia.

Mientras las autoridades se encuentran esclareciendo cómo vivió el campeón del mundo sus últimos días tras ser operado de un hematoma subdural en la cabeza, continúan saliendo diversas informaciones que señalan a Lepoldo Luque, médico personal del '10', y a su entorno más cercano por no cuidar de Diego.

Sobre la herencia del astro, a repartir entre sus cinco hijos (reconocidos) y algunas de sus exparejas, está siendo una de las principales vías de conflicto entre abogados y familiares.

Con un valor incalculable, los bienes dejados por Maradona aún se desconocen cómo se repartirán. Lo que sí ha salido a la luz es qué ha ocurrido con la joya más preciada que tenía el exfutbolista.

Se trata de un anillo de brillantes valorado en 300.000 euros que le regalaron en Bielorrusia en junio de 2018 cuando fue a asumir el cargo de presidente del fútbol de Dinamo Brest.

Pues bien, según Mario Baudry, abogado de Dieguito Fernando, hijo pequeño del argentino, Maradona solo confió en una persona de su hogar para decirle dónde estaba el citado anillo, y no fue a nadie de su sangre, sino a su cocinera.

"Tengo el chat de Monona diciéndome a quien se lo entregó en mano, y tengo la filmación de Maxi Camargo –asistente de Diego– poniéndoselo en el auto a una de las hijas", señaló el letrado en la televisión argentina.

Maradona le confesó a su cocinera que había escondido el anillo en una caja de zapatos debajo de su cama. Una vez falleció el '10', ella se lo entregó a Gianinna, quien actualmente tiene en su poder la joya.