Joao Félix fue, de nuevo, el gran nombre del partido del Atlético. El luso lo fue por tres razones. Primero, por su suplencia ante el Villarreal; luego, por su gran gol que supuso el 0-2 y, tercero, por su polémica celebración en la que se llevó el dedo a la boca mandando callar a alguien.

Y es que lejos de festejar por todo lo alto el que es su séptimo gol en LaLiga, el portugués, sin apenas moverse, se giro hacia una de las bandas y realizó un gesto polémico dirigido para a saber quién.

Mucho se ha hablado de Joao esta temporada. El luso empezó como un cohete el curso, pero poco a poco se fue apagando para, de nuevo, recordar a esa versión del pasado curso escasa de físico pero, eso sí, sobrada de calidad.

Porque calidad tuvo en el segundo gol. Joao Félix aprovechó un error clamoroso de Pau Torres en la salida del balón para controlar la bola y, sin dejarla caer, disparar raso a un lugar donde Asenjo no podía llegar.

Buenos minutos los que tuvo el portugués en la segunda mitad en La Cerámica. Joao saltó al verde tras el descanso, supliendo a un Lemar que trabajó en defensa pero que vio una amarilla tras un codazo fortuito a Capoue.

Tres grandes noticias se lleva el Atlético de su partido contra el Villarrea. El gol de Joao es una de ellas, otra es que Oblak dejó su portería a cero tras muchos encuentros encajando y la última es que Luis Suárez no vio amarilla.

El uruguayo podrá, por tanto, estar ante el Real Madrid en el gran derbi de la próxima jornada de LaLiga.