Los árbitros son totalmente imparciales y carentes de emociones en los terrenos de juego. Pero Ricardo Marques Ribeiro, colegiado de la FIFA, hizo una excepción en el partido que enfrentaba a Sao Paulo y a Gremio, ya que al finalizar tuvo una eufórica celebración.

Las reacciones no se hicieron esperar, algunos espectadores hablaron de una supuesta imparcialidad por parte del árbitro haciendo que su trabajo fuera fraudulento. La mayor parte de los aficionados le restaron importancia.

Marques Ribeiro, en el tunel de vestuarios aclaró el por qué de su gesto. "Solo intentaba exteriorizar mi satisfacción por el deber cumplido. Sé que no es el procedimiento habitual, que lo normal es pasar desapercibido. No pensé que tendría esa repercusión", explicó.

Tras ver la polémica que su gesto había provocado se defendió. "Algunos compañeros me han felicitado por la actitud y por mi forma de vibrar con el deporte. Al fin y al cabo, los árbitros somos seres humanos movidos por pasiones, debilidades, limitaciones… y en algunas ocasiones, nos gusta expresar nuestras emociones", confesó.