Solo con el FC Barcelona lo había conseguido. Ni Bayern Munich ni Manchester City... hasta esta noche de martes. Pep Guardiola vuelve a una final de la Champions League. Y lo hace con un City que superó al Paris Saint-Germain.

Dos victorias en dos partidos ante una de las mejores delanteras del mundo: Neymar Jr y un Kylian Mbappé que ni pudo saltar al terreno de juego. Horas antes se le vio llegar cojeando al hotel de Mánchester.

Y sin Mbappé, el PSG se vio obligado a claudicar. Ni su buen inicio, con un penalti en primera instancia que posteriormente fue anulado por el VAR, los parisinos no encontraron el gol a pesar del dominio.

El City castigó los fallos rivales. Ederson, portero local, regaló un pase de más de 60 metros que acabó rematando Riyad Mahrez al fondo de la portería. Desde entonces el City controló sin mayores problemas el encuentro.

Mahrez, en el 62, sentenció el partido y la eliminatoria con una jugada maravillosa de muchos toques y velocidad. Sin Mbappé, que miraba con cara de pocos amigos desde el banquillo, nada podían hacer los de Mauricio Pochettino.

Guardiola estará en la final. Otra vez. Una nueva oportunidad para el técnico catalán. La primera para el City, que tiene a mano el doblete con una Premier League cuyo título está muy cerca de conseguir. Un equipo hecho a través de talonario que tiene la primera oportunidad de su vida de triunfar en Europa.