Cuando Pep Guardiola desembarcó en Mánchester para la temporada 2016/2017, el objetivo era claro: ganar la Champions League y terminar de convertir al City en uno de los 'cocos' de Europa. El jeque Mansour bin Zayed Al Nahyan, dueño del club 'cityzen', puso sus 'petrodólares' a disposición del técnico catalán para que armara un equipo capaz de ganarlo todo, incluyendo su gran sueño.

Sin embargo, a pesar de tener una plantilla temible, con algunos de los mejores jugadores del mundo como Kevin De Bruyne o Sterling, el cuadro celeste ha naufragado en sus intentos por levantar el viejo anhelo del jeque: la 'orejona'.

Desde su llegada al Etihad tras su periplo en Múnich, Guardiola tuvo claro que la clave del éxito reside en una buena solidez defensiva. Por ello, quiso hacer un lavado de cara en la parte de atrás y prescindió de pesos pesados como Zabaleta, Clichy, Kolarov o Sagna, a los que se unió Vincent Kompany, legendario capitán del equipo.

 Kompany celebra su gol ante el Arsenal en Wembley

Guardiola se puso manos a la obra e inmediatamente comenzaron a llegar futbolistas por cantidades ingentes que han llevado al mercado a un punto de inflación casi inimaginable hace un lustro. En el lateral derecho, el City incorporó a Kyle Walker (52 millones), Joao Cancelo (65 millones), Danilo (30 millones) y Pedro Porro (12 millones), mientras que el flanco izquierdo se vio reforzado con las llegadas de Benjamin Mendy (57 millones) y Angeliño (12 millones). 228 millones de euros tan solo seis en laterales. Una auténtica barbaridad.

En el centro de la zaga también se han dado incorporaciones de mucho peso en busca de fichar un sustituto de garantías para un veterano Kompany y un cada vez menos agresivo Otamendi. Por ello, en primer lugar, Pep rompió el mercado llevándose a John Stones del Everton a cambio de 55 millones. Al central inglés se le unió posteriormente Aymeric Laporte, procedente del Athletic Club de Bilbao, por el importe de 65 millones, y, este verano, ha llegado el ex del Chelsea Nathan Aké a cambio de 45 millones.

El último fichaje de la defensa celeste ha sido el portugués Rubén Días. Los del Etihad se llevan al joven zaguero de 23 años del Benfica por un montante de 68 millones de euros, aunque el club lisboeta ha incluido en el acuerdo el traspaso de Otamendi por 15 'kilos'.

Guardiola, contrariado

De esta manera, el fichaje de Rubén Dias es una apuesta de futuro con necesidad de rendimiento inmediato. Con Fernandinho o Walker jugando de central para acompañar a Laporte dado el bajo nivel físico de Stones, Guardiola necesitaba con extrema urgencia de un defensor central. Y ha fichado a dos.

Jules Koundé o José María Giménez estuvieron en el radar 'cityzen', pero ha terminado por ser el joven luso, junto a Aké, el elegido para dotar a la defensa celeste de esa solidez que marca la diferencia en Europa.

Este domingo, el elenco de Guardiola cayó 2-5 frente al Leicester en la mayor derrota experimentada por el catalán. 461 millones de 'petrodólares' ha gastado el que fuera técnico del FC Barcelona y del Bayern de Múnich durante cuatro años en diez defensores, con el éxito en Europa como objetivo añorado. Veremos si el tiro de Rubén Dias es el acertado, o la chequera de Mansour bin Zayed Al Nahyan deberá volver a salir a pasear si el buque celeste naufraga una vez más a orillas del viejo continente.