La Bundesliga 2 vivió el que posiblemente es el penalti más absurdo que jamás se ha pitado gracias al VAR. Sucedió en el Kiel - Bochum, cuando un jugador de los locales que calentaba fuera del terreno de juego tocó el cuero antes de que saliera por la línea de fondo. El rival, cabreado por el fallo, tornó su enfado en sonrisa cuando desde el VOR se avisó al árbitro y este volvió para pitar penalti.

La razón es clara: ningún jugador suplente, cambiado o expulsado puede tocar el balón cuando este esté dentro del terreno de juego. Y el del Kiel lo hizo, por lo que se señaló libre directo (penalti), y además se le mostró la pertinente tarjeta amarilla.

Tal fue la situación, la extraña situación, que el narrador del partido no tenía ni idea de qué estaba pasando. Tampoco lo sabían los jugadores, que se miraban inquietos unos a otros.

Y es que la regla, esta regla en cuestión, cambió en 2007 y es completamente clara. Por eso no suele ser habitual ver a suplentes calentar tras la portería... porque más vale prevenir que curar.

El penalti entró, pero el Kiel se rehizo y acabó ganando al Bochum por 2-1.