Un doblete de Robert Lewandowski salvó de una debacle al Barça. Un nuevo desastroso partido del conjunto dirigido por Xavi Hernández dejó muchas dudas en el terreno de juego y acabó solventado con un penalti en el tiempo de descuento que transformó a la segunda ocasión el delantero polaco.

Desde el comienzo del encuentro se pudo apreciar que el Barça iba a tener otro partido sufrido. No tenía la posesión del balón, cuando intentaba salir desde atrás siempre fallaba un pase y la zona más activa del campo era la frontal del área que defendían los blaugranas.

Solo un disparo de Lamine Yamal que paró Vicente Guaita era lo que había podido mostrar en ataque el conjunto de Xavi. Hasta que, otra vez más, el joven extremo del Barcelona volvió a aparecer. Recibió el balón en banda, regateó y filtró un pase a Lewandowski. Y el polaco solo necesitó dos toques, un control para generarse el espacio y un fuerte golpeo cruzado que se coló por la escuadra de la portería viguesa. 1-0 justo antes del descanso cuando las sensaciones no eran las mejores.

Esta situación podía invitar al optimismo si en el descanso Xavi acertaba con la tecla de ciertos ajustes, pero nada más lejos de la realidad. El Celta volvió a llevar la iniciativa del juego y una jugada individual de Iago Aspas acabó en el empate, con la colaboración de un inintencionado toque de Koundé que desvió el disparo del capitán del Celta.

Y con la igualada, tampoco hubo respuesta culé. El juego transcurría por el centro del campo sin apenas fluidez por parte de ninguno de los dos equipos y sin acercamientos peligrosos reseñables, aunque si los había, siempre era sobre la portería que defendía Ter Stegen.

El tiempo pasaba y pasaba, y con él crecía la desesperación de Xavi y sus jugadores, hasta que volvió a aparecer Lamine Yamal. El '27' inició una jugada por banda que acabó en penalti después de que le derribaran en un balón dividido dentro del área en el minuto 93, cuando más cerca que nunca estaba una nueva debacle blaugrana.

Pero, cómo no, hubo tensión hasta en la pena máxima. Guaita paró el primer penalti lanzado por Lewandowski y las caras en el banquillo culé eran un poema. No obstante, el portero celtiña se había adelantado y el VAR mandó repetir el penalti, esta vez sí convirtiéndolo Lewandowski para cerrar su doblete y dar la victoria al Barça en el descuento.

Con estas malas sensaciones acabó el encuentro el Barça de Xavi, que no dejan una buena sensación de cara al partido clave de Champions que tendrán la próxima semana ante el Nápoles. Eso sí, al menos se llevaron los tres puntos de Vigo, aunque fuera con suspense y a última hora, para seguir terceros en LaLiga a siete puntos del Real Madrid con un partido más.