Hace 27 años que Eric Cantona "voló" sobre la grada del Selhurst Park para lanzar una brutal patada a Matthew Simmons, aficionado del Crystal Palace. En esos momentos, Cantona se encontraba en las filas del Manchester United y fue expulsado con roja directa por la agresión.

El exfutbolista francés, lejos de arrepentirse, confiesa que tiene "muchos buenos momentos" pero su "favorito es la patada al hooligan". Además, ya reconoció en 'The United Way' que le "hubiera encantado haberlo pateado aún más fuerte".

Es una de las agresiones más recordadas de toda la historia del fútbol, que le costó nueve meses de sanción al francés sin poder pisar un terreno de juego, una multa de 30 mil dólares y más de 120 horas de servicios comunitarios porque "querían que fuera un ejemplo", asegura.

El exjugador de los 'Red devils' reconoce haber "recibido millones de insultos" durante toda su carrera como profesional pero "en ocasiones uno es frágil y fue lo que pasó ese día".

"Vuélvete a Francia con tu p… madre. Bastardo", fueron algunas de las palabras que recibió Cantona por parte del aficionado que se encontraba situado en la primera fila del estadio.

En una entrevista concedida a 'Football Focus' el exfutbolista afirmó: "Creo que es un sueño para algunos dar una patada a ese tipo de gente. Así que lo hice para ellos, para que estuvieran felices. Y ellos hablan hasta hoy al respecto. He visto muchos jugadores marcando goles y todos ellos saben la sensación. Pero esta, de saltar y patear a un fascista, no es algo que se saboree todos los días".

En esos momentos los dirigentes del Crystal Palace decidieron renovar el abono a Matthew Simmons, el aficionado de su equipo que recibió la patada por parte de Eric Cantona.