Un equipo de Primera, la Real Sociedad, ante un equipo de Segunda, el Mirandés. Pero la diferencia, a priori evidente, apenas se apreció. Sólo Martin Odegaard, la joven perla cedida por el Real Madrid, mostró su superioridad futbolística sobre el verde.

El mediapunta lo hace todo. Presiona, dirige el juego… y marca. Suyo fue el segundo tanto de la Real, cuando el Mirandés más apretaba en el partido. Superó a Limones tras dos rechaces consecutivos y puso una ventaja que sería decisiva en el marcador. Un resultado, eso sí, que pueden celebrar en Miranda. Una posible clasificación para la finalísima de Sevilla no es ninguna utopía. El 2-1 final les otorga muchas opciones.

A Odegaard le daría aún más visibilidad estar en esa final. El Real Madrid firmó una cesión por dos años con la Real Sociedad, pero ese contrato podría romperse… siempre que el Real Madrid pague. En concreto, cuatro millones de euros. Algo que no parece descabellado viendo el excelente nivel del joven noruego.

A Zinedine Zidane le encanta y observa con entusiasmo su imparable progresión. ¿Regresará este verano a Valdebebas? Dependerá de la decisión del técnico y de las posibles salidas, claro. La posición de mediapunta está colapsada en el Real Madrid. Isco, James e incluso Hazard pueden actuar en esa demarcación. Y no se entendería que Odegaard volviera a vestir de blanco para estar en el banquillo.

En enero de 2015 el Real Madrid incorporó a Martin Odegaard cuando sólo tenía 16 años. Tras las cesiones en el Sportclub Heerenveen y el Vitesse, recaló en la Real Sociedad, donde está confirmando su consagración como uno de los jugadores con más futuro en el fútbol.