Otra vez el Paris Saint-Germain. Otra vez Kylian Mbappé. Otra vez los octavos de final. Adiós, otro año más, a la obsesión en París de convertirse en campeones de la Champions League. Cayó ante el Bayern Munich en la eliminatoria de octavos de final (2-0 en el Allianz Arena).

Dijo Mbappé que su futuro no dependía de lo que hiciera el PSG en Champions, pero es innegable que un jugador de esa entidad tiene que estar peleando los títulos más importantes cada temporada. No lo hará tampoco en 2023.

Tuvo la más clara el PSG en el acto inicial, obligado a marcar para igualar la eliminatoria. Llevó el peso del partido y puso en aprietos a Sommer. Fue De Ligt, central del Bayern Munich, el que sacó bajo palos un disparo de Vitinha que se dirigía a gol.

Un duelo igualado. Porque los alemanes también tuvieron las suyas. Donnarumma rechazó un disparo de Musiala. El más activo el joven alemán en la delantera.

Leo Messi, muy desaparecido, sufrió el marcaje de Goretzka y Mbappé, siempre perseguido por los defensas locales, buscaba la suya a la carrera. No encontraba soluciones el PSG, que estaba contra las cuerdas en Champions.

Y fue el Bayern el que se había adelantado con un cabezazo de Choupo-Moting. Pero el VAR anuló el tanto por la posición de Muller. Consideró el colegiado que participó en la jugada. Seguía el empate sin goles en el marcador.

A la segunda, esta vez sí, marcó el Bayern. Otra vez Choupo-Moting. El error en la salida de balón fue fatal y el delantero acabó definiendo a placer. La diferencia en la eliminatoria era de dos goles a falta de media hora para el final.

Sommer evitó el tanto de Sergio Ramos en un córner. Fue la única reacción de los franceses. Porque a pesar de ir por detrás en el marcador, ni mucho menos achucharon a la defensa rival. El Bayern tenía la pelota y el control del choque.

Gnabry sentenció en el descuento. Nada más que añadir. El PSG, otro año más, no luchará por ser campeón de Europa.