Anaïr Lomba ha anunciado su retirada del fútbol tras vivir un auténtico calvario de lesiones: ha pasado por el quirófano en nueve ocasiones para operar su rodilla.

'Jugones' ha estado con ella tras la dura rueda de prensa que dio este lunes para despedirse del Espanyol: "Mi batalla permanente contra mi rodilla... ha vuelto a ganar ella".

"He llegado a acostumbrarme a desayunar pastillas y a vivir con el dolor. Me pinchaban anestesia cada dos o tres semanas. Ha sido muy duro para mí", cuenta la ya exfutbolista.

Ni siquiera fue capaz de comunicarle a su padre que dejaba el fútbol: "No fui capaz de decírselo a mi padre, lo que hice fue enviarle el enlace a mi padre para que viera la rueda de prensa".

Se despedía así del club de su vida, entre lágrimas y casi sin poder hablar: "Lo mejor de Barcelona siempre ha sido y será ser del Espanyol".