El primer gol con el Real Madrid nunca se olvida. El primer gol en el Santiago Bernabéu nunca se olvida. Lo vivió Nico Paz, canterano del equipo blanco, en la victoria de los suyos contra el Nápoles. Victoria que lanza al Madrid a octavos de final de Champions League como primero de grupo (4-2).

El Nápoles golpeó primero. A los diez minutos Gio Simeone, el hijo del Cholo, perforó la portería de Lunin. El guardameta croata sacó la pelota, pero había superado la línea de gol por pocos centímetros. Pero los italianos apenas habían terminado de celebrar cuando asomó el primer protagonista de la noche: Rodrygo Goes.

Quiere ser el dueño de la banda izquierda. Ante la ausencia de Vinicius, está asomándose por ese costado de manera más que eficaz. Lo hizo en Cádiz (doblete y partidazo) y en la noche de Copa de Europa contra el Nápoles.

Otra jugada en diagonal y la pelota colocadita a la escuadra. Un gol calcado. Otro que ya no sorprende como delantero centro es Jude Bellingham. Asomó en esa posición y de cabeza firmó la remontada. Son quince los tantos que acumula el inglés en apenas tres meses de competición.

Muy destacable también la puesta en escena de Brahim, que se perdió el partido en Cádiz por unos problemas estomacales. Siempre arrancando con la pelota en los pies, regateando a todos los defensas que se le ponían por delante. Él iniciaba muchas de las oportunidades a la carrera del cuadro de Carlo Ancelotti.

El cuadro de la Serie A igualó el encuentro nada más volver de vestuarios. Zambo Anguissa aprovechó un rechacé y 'fusiló' la portería de Lunin. Otra vez vuelta a empezar. Bellingham caminaba renqueante por el verde. Sufrió una torcedura de tobillo, pero aguantó. Joselu entró por Dani Ceballos en el segundo acto. Y el delantero se quedó a centímetros de su gol.

Tuvo varias el 14 del Madrid. De chilena, de cabeza, rematando en área pequeña... pero el gol se le atragantaba. No fue Joselu, fue Nico Paz. El canterano se estrenó como goleador blanco. Un disparo desde lejos, seco y pegadito al palo. Falló Meret en la atajada.

La historia no había terminado. Porque Joselu merecía su gol y lo encontró en el descuento. Remató en el segundo palo y esta vez no fallo. Con perdón incluido a la grada. Y así se cerró una noche redonda en el Bernabéu. El Madrid, a octavos y como primero por la vía rápida.