El Paris Saint Germain ya tiene nuevo lanzador de penaltis. O al menos así lo demuestra el último partido disputado contra el Girondins de Burdeos, en el que el futbolista brasileño Neymar fue el encargado de ejecutar la pena máxima que tuvieron a favor por delante del uruguayo Edinson Cavani, habitual ejecutor durante la pasada temporada.

Neymar agarró el balón y se dispuso a colocarse sobre el punto de penalti. Esta vez, Cavani ni se acercó a su compañero de equipo ni reclamó el esférico. El brasileño no tuvo oposición y batió al guardameta Benoit Costil ajustando el disparo con su pierna derecha a la cepa del palo para poner punto y final a toda la polémica suscitada en la última semana.

La sintonía entre ambos futbolistas ha mejorado en los últimos días. Tras abrazarse y tener pequeños guiños de colaboración en la contundente victoria contra el Bayern de Munich en Champions League, el uruguayo y el brasileño han enterrado finalmente el hacha de guerra.

Contra el Girondins, Neymar asistió en uno de los goles a Cavani y éste lo celebró con él, señalando como protagonista de la jugada. No fue el único símbolo de esta complicidad, pues en la acción del penalti el primer futbolista que va a abrazar al exfutbolista del Barcelona es precisamente el delantero nacido en la localidad uruguaya de Salto.