Avisó Zidane en la previa sobre la dificultad para ganar el Mundialito. Pocos o nadie le creyeron sabiendo del rival en semifinales, el desconocido Al Jazira, pero durante casi una hora de partido el Real Madrid rozó la tragedia en Abu Dabi. Cristiano apareció para sacar del apuro al campeón de Europa. Bale selló el pase a la final.
Y eso que el partido fue un monólogo blanco durante toda la primera parte. Entre los palos y una actuación estelar del portero Ali Khaseif, que se fue lesionado en la segunda parte, el Real Madrid se fue sin anotar tras los primeros 45 minutos. Cristiano rozó el gol de forma clamorosa en un par de jugadas y el colegiado anuló un gol de Casemiro, VAR mediante, por un supuesto fuera de juego posicional de Benzema.
Esa jugada dejó en evidencia las carencias del videoarbitraje y sacó del partido a un Real Madrid que ya rumiaba su mala suerte ante la portería del Al Jazira. Etre lamento y lamento, el equipo local sorprendió a la zaga blanca y Romarinho anotó el 1-0 tras un gran recorte ante Varane y una mejor definición ante la que nada pudo hacer Keylor Navas.
Tras el descanso poco varió el partido. El Real Madrid siguió buscando el gol y Benzema estrelló dos balones en los palos. El que no falló fue Cristiano. El portugués recogió un gran pase de Modric y a la media vuelta empató el partido con un disparo seco y cruzado.
Al Jazira siguió defendiéndose y busncando sorprender a la contra con un Romarinho del que se acordará la defensa del Real Madrid.
El gol de la victoria llegó después de que Zidane moviera su banquillo. Entraron, Asensio, Lucas y Bale. Estos dos últimos montaron la jugada del 1-2. Pase atrás del gallego y remate del galés. Sufrió el Madrid, pero pese a ello está a un paso de ganar su quinto título del año. Sólo Gremio puede evitarlo.