La situación existente desde hace más de una década en Catar es absolutamente maquiavélica. Con el 'fin justifica los medios' -frase acuñada por Napoleón, no por el filósofo italiano como se dice-, el Gobierno del emirato lleva desde 2010, año en el que se le concedió albergar el Mundial de 2022, 'trabajando' a contrarreloj para adaptar el país a la cita mundialista.

Siete estadios, hoteles, aeropuertos, sistemas de carreteras, líneas de transporte... todo por demostrar al mundo en dos años que Catar está a la vanguardia, pero con una cara sombría detrás que ya está comenzando a ver la luz.

Tal y como ha publicado el diario inglés 'The Guardian', desde que se le otorgó al país la sede del Mundial, han muerto más de 6.500 trabajadores migrantes en las obras de edificación de los diversos proyectos anteriormente mencionados.

Es decir, desde 2010, cada semana han muerto 12 trabajadores en Catar, siendo principalmente su procedencia de cinco países: Nepal, Sri Lanka, India, Pakistán y Bangladesh.

Gracias a los registros llevados a cabo por el médico británico en estos países se ha conocido que la India ha sido el estado más damnificado con 2.711 muertes oficiales, seguido de Nepal (1.641), Bangladesh (1.018), Pakistán (824) y Sri Lanka (557).

La cifra es superior

Hasta ahora solo se habla de cifras oficiales, pero 'The Guardian' especula con que esta es mucho mayor debido a dos factores clave: hay países que no se han contado y faltan por recabar los datos de los últimos meses de 2020 y lo que va de 2021.

En concreto, se desconocen el número de migrantes procedentes de Kenia o Filipinas, aunque sus trabajadores abundan en Catar, por lo que la cifra es evidentemente mayor,

¿Las causas?

Oficialmente, según la organización del Mundial, en las obras de construcción de los siete estadios 'solo' han perdido la vida 37 personas, siendo 34 por causas "no relacionadas con el trabajo".

Restando el cinismo del Gobierno catarí, diversas entidades cargan contra las indecencias que se están cometiendo en el emirato, asegurando que sí tienen que ver los fallecimientos con las obras.

Nick McGeehan, director de FairSquare Projects (una organización de abogados expertos en derechos laborales en los países del Golfo Pérsico), afirma que "es probable que muchos trabajadores hayan muerto en estos proyectos de infraestructura para la Copa del Mundo".

La mayoría de casos están catalogados oficialmente como "muertes naturales", aunque muchas apuntan a fallos cardíacos o respiratorios, suicidios, accidente de tráfico y altas temperaturas, entre otras.

'Catenaccio' de Catar

El país, que albergará el próximo Mundial entre el 21 de noviembre y el 18 de diciembre del 2022, no ha desmentido la información de 'The Guardian', pero sí se ha justificado explicando que los obreros tienen acceso a atención sanitaria gratuita y de primer nivel.

A su vez, señalan que en un territorio en el que trabajan más de dos millones de migrantes, la tasa de mortalidad no es exagerada.

"La tasa de mortalidad entre estas comunidades está dentro del rango esperado por el tamaño y la demografía de la población. Sin embargo, cada vida perdida es una tragedia y no se escatiman esfuerzos para tratar de evitar cada muerte en nuestro país", explica el ejecutivo catarí.

Catarata de muertes, familias que desconocen el paradero de los suyos, un país vendido al 'todo vale' y carente de derechos sociales normales en Occidente... y el silencio de las autoridades competentes. Aún se espera la respuesta de la FIFA, aunque muchos ya cuentan con su silencio. Veremos.