Álvaro Morata abandonó el estadio sevillano de La Cartuja mermado anímicamente tras un partido en el que se le nubló la vista de cara a gol.

El delantero gozó de una oportunidad prácticamente a puerta vacía y un mano a mano con Olsen que podían haber decantado la balanza del encuentro a favor de España, pero el ariete erró ambas ocasiones.

Al ser sustituido, el ex de Atlético y Real Madrid recibió pitos por parte de un sector de la grada hispalense, hecho que le afectó, tal y como contó Julio Suárez en 'El Chiringuito'.

"Morata estaba hundido", señaló el enviado especial a Sevilla, que también relató el apoyo recibido por el madrileño en el vestuario.

"Lo primero que han hecho los jugadores al llegar al vestuario ha sido ir a animar y abrazar a Álvaro Morata", afirmó Suárez, destacando a un jugador en especial: "Uno de los más cariñosos ha sido Gerard Moreno".