La carrera de estrellas como Zlatan Ibrahimovic o Cristiano Ronaldo, que a sus más de 35 años continúan marcando en la élite europea, ha servido de ejemplo para Kylian Mbappé, que tiene entre ceja y ceja un objetivo: ser el mejor jugador del mundo.

El delantero francés, de 22 años, tiene claro que para prolongar al máximo su carrera debe llevar a rajatabla una estricta dieta y una serie de hábitos saludables que le den ese 'plus' en términos físicos y de recuperación.

Mucho salmón, poca carne

La dieta de Mbappé está basada en carbohidratos y proteínas, siendo el salmón y la pasta dos habituales de su menú por su alto contenido en proteínas, omega 3, carbohidratos, fibras y vitaminas.

A su vez, combina sus platos con aceite de oliva, frutos secos, arroces, pescados, huevos o lácteos, dejando a un lado la carne y el azúcar.

El "entrenamiento invisible"

Paralelamente a la alimentación, Mbappé sigue una rutina de entrenamientos complementaria a los que realiza diariamente con el París Saint-Germain.

A través de sesiones de talasoterapia, un método terapéutico natural que combina sustancias naturales del mar (barro, agua, algas...) con baños termales y masajes diarios para reducir grasa, acelerar el aparato locomor y mejorar la fortaleza física.

Además, es miembro del famoso club de la crioterapia. A través del tratamiento de frío, destruye las células anormales de la piel, favorece la circulación de la sangre y ayuda a reducir el dolor y mejorar la calidad del sueño.