Nueva decepción europea en París en el que ha podido ser el último partido de Champions League de Kylian Mbappé en el Parque de los Príncipes.

Tras el 1-0 de Alemania, con el estadio galo a rebosar y con el extremo jugando en su posición (Luis Enrique introdujo a Gonçalo Ramos en punta), todo apuntaba a día grande en la capital francesa... pero nada más lejos de la realidad.

Al igual que en Dortmund, el Borussia se hizo fuerte en defensa, presionando la salida de balón y tratando de salir al contraataque y aprovechando las jugadas a balón parado.

De hecho en un córner en el arranque de la segunda parte, tras una inerte primera mitad sin apenas actividad ofensiva, llegó el tanto de Mats Hummels para poner el 0-2 global.

Ya no era una simple remontada, el PSG debía tirar de heroica, pero todos los astros se alinearon en contra del conjunto de Luis Enrique.

Hasta en siete ocasiones golpeó el conjunto parisino en el travesaño, pero parecía que el esférico no quería entrar.

Y así murió el encuentro, a orillas del área de un Borussia Dortmund que vuelve a la final de la Champions League 11 años después. El PSG, ni con Luis Enrique ni con Kylian Mbappé, consigue quitarse su 'maldición' en su gran objetivo: la 'orejona'.