Apenas habían transcurrido 12 minutos de la vuelta de los cuartos de final de la Champions League entre FC Barcelona y París Saint-Germain cuando los azulgranas se adelantaban en el partido con gol de Raphinha, que ponía el 4-2 global en la eliminatoria.

Resultado cómodo, bien plantado en el campo el cuadro culé, ocasiones para ampliar aún más la renta, un público entregado en Montjuïc... hasta que llegó la expulsión de Araujo en el 29'.

Sin el central charrúa, que derribó a Barcola siendo último hombre, el Barça perdió totalmente el norte. Apenas tardó diez minutos Ousmane Dembélé en igualar el encuentro con un trallazo a la escuadra. Y eso iba a ser solo el principio.

A la vuelta del paso por vestuarios, los de Luis Enrique se volcaron en ataque y los blaugranas, víctimas de la inferioridad numérica, comenzaron a echarse atrás.

En el 54', Vitinha, solo en la media luna, adelantaba a los parisinos para que cinco minutos después, tras un penalti de Cancelo sobre Dembélé, Mbappé pusiese al PSG por delante en la contienda.

Las protestas de Xavi por la pena máxima terminaron con el de Terrassa cogiendo el mismo camino que había tomado Araujo en la primera parte hacia la grada.

El Barça lo intentó, apretó, disparó y llegó a intimidar la portería de Donnarumma, pero estar con uno menos en partidos de este calibre es casi definitivo. De hecho, con los locales entregados en la orilla del gol, Mbappé convirtió el 1-4 definitivo.

Los culés caen en cuartos de final tras dos años fuera de la fase del 'KO' en Champions, pero lo hacen con el orgullo de haber sido superiores cuando ambos equipos estaban en igualdad de condiciones.

La expulsión de Araujo y el gran nivel de Dembélé, los titulares de estos 180 minutos entre Barça y PSG. Los franceses se medirán al Borussia Dortmund en semifinales.