El regreso de sintonía celestial de la Champions League pareció helar a los jugadores del FC Barcelona antes de que ni siquiera Kuipers decretase el comienzo del encuentro. El París Saint-Germain saltó al verde del Camp Nou con las ideas claras y las intenciones decididas. De hecho, cerca estuvo de adelantarse el cuadro parisino sin que hubieran transcurrido 120 segundos tras una mala salida de Ter Stegen.

Sin embargo, pasado el ecuador de la primera parte, el colegiado decretó penalti sobre De Jong y Leo Messi no falló desde los once metros. Con ventaja en una eliminatoria a 180 minutos, el Barça pareció acomodarse cuando aún restaban casi dos horas.

El PSG, lejos de entrarle los nervios de temporadas anteriores, mantuvo el temple, que se vio reflejado en la figura de Kylian Mbappé.

El punta galo, en la mira de todo el mundo tras la lesión de Neymar, se echó al equipo a la espalda y comandó el ataque con los galones de quien acumulara una década en la Champions.

A pase de un excelso Verratti, Mbappé recogió un balón en el punto de penalti para regatear a Lenglet en el alambre del área pequeña y fusilar a Ter Stegen.

1-1 y partido al descanso con toda la eliminatoria abierta, pero el elenco de la Ciudad Condal no despertó tras el paso por vestuarios.

El guardameta alemán mantuvo a los suyos en pie con intervenciones magistrales, pero en una acción trastabillada después de un rechace de Piqué -que a pesar de volver tras lesión mantuvo un gran nivel-, Kylian volvió a perforar la meta culé y puso tierra de por medio.

Apenas cinco minutos después, de una jugada a balón parado nacía el tercer gol parisino tras un fallo en el marcaje a Moise Kean y un gran remate del exdelantero de la Juventus y el Everton al fondo de las mallas.

Koeman buscó con Trincao, Pjanic, Braithwaite y Riqui Puig dar vida al Barça de cara a la vuelta en el Parque de los Príncipes, pero con el conjunto blaugrana vencido en ataque, una contra increíblemente llevada por Julian Draxler terminó en el tercer gol de la noche para Kylian Mbappé.

El delantero francés del PSG, que finaliza contrato en 2022, ha puesto la mano encima de la mesa de Messi en su propia casa, pero aún restan 90 y, como ocurrió en 2017, todo puede pasar en la Champions, y más con el argentino sobre el tapete. El próximo 10 de marzo saldremos de dudas.