Faltan apenas 48 horas para que el fútbol español vuelva a escena. Algo más le queda al Atlético de Madrid, que disputará su partido de la primera jornada tras el parón el próximo domingo (14 horas) en San Mamés ante el Athletic de Bilbao.

Una prueba muy exigente para el cuadro de Diego Pablo Simeone, que se encuentra fuera de los puestos que dan acceso a la Champions League la temporada que viene (a dos puntos de la Real Sociedad, cuarto clasificado).

Y para este reinicio, el técnico argentino está probando en los entrenamientos una variación táctica que a los aficionados rojiblancos les suena familiar: un centrocampista adelantando la posición a la delantera. En este caso se trata de Marcos Llorente.

El Cholo probó el lunes en el partidillo un once inicial con Llorente y Diego Costa como delanteros. Joao Félix, la otra opción, será baja por acumulación de tarjetas amarillas. Además, continúa recuperándose de su esguince de ligamento de la rodilla izquierda.

A lo Raúl García

En el caso de que el mediocentro actuara como acompañante de Diego Costa en el ataque, esta situación tendría muchas semejanzas con la posición que ocupó Raúl García en su segunda etapa en el Atlético de Madrid.

Tras una cesión de una temporada en Osasuna, García regresó bajó las órdenes de Simeone y actuó en muchas ocasiones como segundo delantero. Su trabajo y su garra en la presión y en la lucha en los balones aéreos le convirtieron en una pieza fundamental del cuadro rojiblanco.

Llorente, que también destaca por su espectacular físico, podría optar a ocupar un puesto que Raúl García ejerció de manera sobresaliente. El madrileño se encuentra en un momento dulce tras su último partido de Champions ante el Liverpool.

La confianza de Liverpool

Fue una prueba de fuego para él. Y respondió a la perfección. Marcos Llorente fue, junto a Jan Oblak, el pilar que clasificó al Atlético a los cuartos de final de la Champions League tras un increíble ejercicio de supervivencia en Anfield.

El canterano del Real Madrid anotó los dos tantos de los colchoneros en la prórroga, provocando el 2-3 definitivo que mandaba al campeón de Europa a la eliminación. Un partido, el último partido antes del parón por el coronavirus, que llenó de confianza a Llorente. Tres meses después, está preparado para hacerse cargo de cualquier labor que le encomiende Simeone.