Diego Simeone lo ha vuelto a hacer. Al igual que sucedió con Antoine Griezmann, el entrenador del Atlético ha cogido a un fichaje y lo ha cambiado por completo para hacerlo aún mejor de lo que era. Porque Marcos Llorente no llegó para lo que ahora hace. Llegó para ser pivote... y el Cholo ha hecho de él un goleador.

O, incluso, un jugador total. Uno de esos que todos los entrenadores quieren tener en sus equipos. Ha hecho falta trabajo, un trabajo que no se vería de no haber salido bien y que nadie sabrá al cien por cien como ha sido. Pero sea como fuera, fue efectivo, y Llorente, tras muchos meses, es ya clave en el Atlético.

Lo de Anfield fue tan solo el comienzo. Fue el inicio de lo que estaba por llegar. El jugador, que en Real Madrid y Alavés era un 'Casemiro', ahora es más bien un 'Raúl García'. Un jugador que dio mucho al Atlético de Simeone por su potencia y por su llegada.

Simeone ya advirtió que tenía gol

Llorente tiene eso. Simeone lo vio en los entrenamientos. Lo dijo. Dijo que tenía gol y que iban a aprovecharlo. Y sí, tiene gol, como bien saben Liverpool y Osasuna en fechas cercanas. Pero no solo sabe disparar a puerta.

Ante el Valladolid actuó más escorado a banda derecha, en una línea de tres completada por Joao Félix y por un Lemar que parece ser, claramente, que su problema no era el ambiente sino que es otro. Llorente, como el francés, tendió al centro y a puestos más interiores para combinar y ofrecer soluciones.

No fueron ni mucho menos escasas las veces que trató de romper a la defensa esperando un pase profundo de Herrera o de Trippier, confiando en un físico privilegiado y en una técnica que está sorprendiendo a muchos. Las virguerías que hizo no son de un pivote. Son de otra clase de jugador.

Su juego de espaldas y su control de primeras, orientando el cuero hacia la mejor ubicación posible, tampoco son de un pivote. Y su mayor debilidad, gracias a adelantar la posición, se ha convertido en fortaleza. La presión en ataque y recuperación tras pérdida, en el Atlético, son fundamentales.

Sus datos, mejores que en Real Madrid y Alavés

Para hacernos una idea de los números de Llorente y del cambio que ha dado con Simeone, en el Atlético ya suma más goles y más asistencias, en 27 partidos, que los que tenía en Real Madrid y Alavés juntos. De rojiblanco, cuatro y tres respectivamente; con los otros equipos, dos y dos.

Así que sí, Simeone lo ha vuelto a hacer. Ha cogido a un futbolista y lo ha reconvertido a lo que él, desde su experiencia, consideraba que podía ser lo mejor para él y, claro está, también para el equipo.

Los números están dando la razón al Cholo, y están haciendo además que Marcos Llorente viva, posiblemente, el mejor momento de su carrera deportiva. Simeone ha visto lo que Zidane no vio en el jugador en el Real Madrid.

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