Diego Armando Maradona es una de las personalidades más expresivas y polémicas que ha pisado un campo de fútbol y, ahora que entrena a Gimnasia de La Plata, de la Superliga Argentina, no se separa de esa imagen controvertida que le ha acompañado a lo largo de su carrera, primero como jugador y ahora como técnico.

Durante el partido, con una clara ocasión de gol desperdiciada por Ramírez, cuando el marcador reflejaba aún el empate a uno, Maradona se lamentó tanto de la oportunidad perdida que, al llevarse las manos a la cabeza, se inclinó hacia atrás y se desplomó por completo, con su cabeza muy cerca del banquillo durante la caída.

Finalmente, su club se impuso, por primera vez en casa bajo las órdenes del '10', por 2-1 ante Central Córdoba y tras el encuentro, al ser entrevistado a pie de campo, rompió a llorar de la emoción que le supuso conseguir ese primer triunfo doméstico.

"Los muchachos estaban convencidos de que en el segundo tiempo lo daban la vuelta", comentó, ya entre lágrimas y claramente sonrojado la primera pregunta del periodista de la televisión local. En medio del éxtasis del triunfo, confesó que se fumó "un habano" ya que estaba "tranquilo" porque confiaba en sus jugadores, unos "pibes que trabajan de verdad".

"No vinimos de verano a conocer La Plata", zanjó un visiblemente eufórico Maradona tras devolver a Gimnasia a la senda de la victoria. Cabe destacar que su equipo se encuentra en la vigésimo primera posición con 14 puntos, sólo uno por encima de los puestos de descenso.