La polémica está servida en el partido entre el Villarreal y el Barça. Todo, por una acción al comienzo en la primera parte en la que los amarillos estuvieron muy cerca de hacer el 1-0. Tras un error brutal de Eric García, Gerard Piqué llegó salvador para tapar el tiro de Danjuma... con las manos.

Con unas manos que no vio ni el árbitro ni la sala VOR. Ni prácticamente nadie, porque los futbolistas del Villarreal apenas protestaron una acción que, viendo la repetición, parece clara.

Y fue ahí cuando se dieron cuenta. En cuanto se vio la jugada de nuevo, la afición del Villarreal explotó al igual que un Unai Emery que estuvo protestado casi cuatro minutos con un cabreo monumental.

La jugada se inicia, como se expuso en el primer párrafo del texto, con una pérdida infantil de Eric García. Danjuma se hizo con la bola pero, en vez de alzar la cabeza para ver a un Manu Trigueros mejor colocado, se jugó el tiro.

Piqué se lanzó a tapar el disparo. Lo tapó, pero con la mano, y no parece que hubiese rebote alguno en su pecho o en otra zona de su cuerpo. El cuero fue directo a su mano, que incluso se le dobla tras el impacto.

Soto Grado, árbitro del encuentro, no apreció absolutamente nada en la acción. Desde el VAR, con Munuera Montero, tampoco. Ni conversaciones, ni avisos... ni nada.

El juego siguió su curso, y la jugada que pudo desnivelar el encuentro entre el Villarreal y el Barça prácticamente al comienzo del duelo se quedó en el olvido.