Vinicius va a tardar en olvidar la última experiencia que ha tenido en Mallorca. El jugador del Real Madrid vivió una auténtica pesadilla en el encuentro que los de Ancelotti jugaron ante el equipo de Aguirre, en un estadio que puso el foco en el brasileño y ante unos jugadores que no le pasaron ni una.
Que fijaron en él toda su atención. Porque saben de su peligro, y también que si se le pone en determinadas situaciones puede dejarse llevar por la tensión del partido. Puede 'irse' del partido. Eso es lo que intentaron, y lo que lograron, en el combinado balear gracias a Maffeo y a Raíllo.
El lateral no le perdió de vista en ni una sola acción, y el capitán incluso trató que besara el escudo del Mallorca en una acción a balón parado.
Porque desde el primer minuto estaba más que claro que no iba a ser un partido fácil para él. La primera falta, a él, obra de Dani Rodríguez. Y en la primera que hizo él, amarilla.
Quinta amarilla... y sanción
Protesta tras protesta, le recuerda al trencilla que él ya ha sufrido unas cuantas... pero la realidad es que vio la quinta amarilla y ante el Elche se perderá por sanción el partido.
Estaba bastante pendiente del árbitro, en un ambiente en el que con cada balón que tocaba se escuchaba a la grada reaccionar a base de silbidos. Una que vio cómo al terminar la primera parte Vinicius se señalaba el escudo del Real Madrid mientras les miraba.
En el segundo acto, más de lo mismo, con eso sí un penalti provocado que terminó fallando Asensio.
Poco pudo hacer Vini ante un rival más que replegado, ordenado y disciplinado. Lo intentó, pero el encuentro, la tensión que se respiraba en un duelo que parecía ser una crónica de sucesos en cada minuto que pasaba por la intensidad, le bloqueó.
Escasas internadas. Escasos regates completados. Prácticamente ni probó al arquero del Mallorca. Se va con derrota, con un Real Madrid que puede acabar la jornada a 8 puntos del Barça... y además sabiendo que el próximo partido de LaLiga, ante el Elche, no lo va a poder jugar por sanción.