"Qué bueno es". Qué comentario tan recurrido como natural al ver a Neymar 'bailando' con el cuero cosido al pie sobre un terreno de juego. En el Parque de los Príncipes, el brasileño volvió a deleitar al mundo con sus fintas, regates y virguerías ante un Manchester City que no supo frenarle hasta la segunda parte de la contienda.

El encuentro arrancó con el conjunto parisino aguardando en tres cuartos, buscando la recuperación en la salida de balón 'cityzen' y lanzando contraataques de vértigo en los pies de Neymar, Mbappé y Di María.

En un saque de esquina del último cuando apenas se habían consumido 15 minutos de encuentro llegó el tanto inicial del París Saint-Germain con un cabezazo sublime de Marquinhos al fondo de la red de Ederson.

Neymar se sacó a sí mismo de la lámpara para monopolizar el juego de los suyos, partiendo desde la izquierda pero con libertad total en campo rival. Con la posesión del esférico de cara a los franceses, se antojaba más probable el segundo gol del PSG que el empate del cuadro de Pep Guardiola tras el paso por vestuarios.

En la segunda parte, el City aprendió de sus errores y eclipsó el control del balón, dejando la magia de Neymar y la verticalidad de Di María (más un casi inédito Mbappé) en simples fogonazos.

Pasada la hora de encuentro, se culminó el esperpento de los de Pochettino. Dos errores groseros dieron la vuelta a la tortilla a favor de los visitantes, que terminaron haciendo del Parque de los Príncipes su 'jardín'.

Primero, tras un centro picante de De Bruyne, Keylor Navas no acertó la dirección del balón, que acabó colándose por el palo largo del costarricense ante la mirada incrédula de sus compañeros.

Sin embargo, para incrédulo el rostro que se le quedó al exportero del Real Madrid cuando su barrera se resquebrajó en un golpeo de falta de Marhez desde la frontal.

1-2 en poco más de siete minutos, y todavía no había pasado el vendaval. En una jugada sin ocasión de disputar el balón, Gueye golpeó el talón de Aquiles de Gündogan, viendo la tarjeta roja directa y dejando a los de Pochettino con 10 perdiendo en casa.

Así, el París Saint-Germain deberá buscar una remontada histórica el próximo martes en el Etihad Stadium para poder acceder a su segunda final de Champions consecutiva. Por su parte, los de Guardiola tienen ante sí la posibilidad de acceder por primera vez a la final de la máxima competición de clubes a nivel continental. Hoy, la magia de Neymar quedó eclipsada por tres errores que dejan al PSG en el alambre europeo.