Los cuatros niños rescatados este domingo de la cueva en la que estaban atrapados se encuentran sanos y salvos, pero aún no han podido ni abrazar ni ver a sus familias porque los médicos quieren evitar que contraigan alguna infección.

Narongsak Osottanakorn, Jefe de la misión del rescate, explicaba que "todavía deben mantenerse lejos de sus padres y de otras personas por temor a contraer una infección. Podrían verse en las próximas horas pero solo a través de un cristal.

Los chavales llegaron al hospital desnutridos, deshidratados y con sensibilidad a la luz tras dos semanas atrapados, pero ninguno corre peligro. Un día después de ser rescatados incluso amanecieron con apetito y pidieron carne de cerdo picada y arroz frito con albahaca.

Sin embargo, según apunta algún medio citando fuentes sanitarias, uno de los cuatro sí estaría en observación al haber empeorado su salud. Las identidades de los cuatro niños no se han comunicado por respeto a los familiares de los que siguen en el interior de la gruta. Los niños rescatados un día después también han sido trasladados al mismo hospital.