Hablar de Lorenzo Sanz es hablar del presidente de la primera Champions League 'en color' del Real Madrid. Del hombre que devolvió a los blancos a lo más alto del fútbol europeo y mundial tras una sequía de más de 30 años. Sanz fue, y es, historia de un equipo que hasta su llegada a la presidencia daba tumbos por el Viejo Continente. Ahora, el madridismo llora la muerte de quien fue su presidente.

De quien fue el encargado de llevar al Real Madrid a la cúspide del fútbol europeo. Una que pisó en los 50 y en los 60, y que no cataba desde 1966. Lorenzo Sanz sucedió a Ramón Mendoza en la presidencia del Real Madrid en 1995 cuando este último dimitió del cargo. En su primer curso completo, la 1996-97, ya comenzó a cimentar ese equipo que ganaría la Champions.

Primero, en el banquillo. Sanz apostó por un entrenador consagrado y de éxito en Italia como Fabio Capello. Procedente del Milan, el italiano llevó a los blancos a ganar sin prácticamente apuros LaLiga en su primer y hasta Ramón Calderón única temporada en el Santiago Bernabéu.

Suker, Seedorf, Roberto Carlos... y Mijatovic

En el césped, jugadores reconocidos en Primera división como Davor Suker y Pedja Mijatovic, futuros ilustres como Seedorf y Roberto Carlos, y un hasta entonces desconocido Illgner. Además, Hierro, Redondo y Raúl González Blanco. Fue el comienzo de la Séptima.

Sería sin Fabio Capello en el banquillo. En su lugar, Jupp Heynckes, que llegó procedente del Tenerife. El alemán dio al Real Madrid la mayor alegría posible desde los años 60. Bajo su mando, los blancos conquistaron, por fin, la Orejona.

Fue gracias a un gol de Pedja Mijatovic, fichaje de Lorenzo Sanz, con el que los blancos derrotaron a la todopoderosa Juventus de Turín en la final del Amsterdam Arena. Con todo, Heynckes ya tenía claro que se iba a marchar antes de dicha final. LaLiga fue el punto débil del teutón y del Real Madrid.

La era Vicente del Bosque

Luego, Hiddink, Toshack... y su gran apuesta: Vicente del Bosque. Sanz dejó todo en manos del salmantino, hasta entonces técnico interino del Real Madrid, y él respondió sin duda alguna. Con él en el banquillo llegó, dos años después de la final en Amsterdam, la Octava.

La final, ante el Valencia, tan solo tuvo un color y ese fue el de los pupilos de Del Bosque. Morientes, McManaman y Raúl finiquitaron a los che en el Stade de France en un Real Madrid que jugó con un 5-3-2 o quizá con un 3-5-2 con dos carrileros largos como eran Salgado y Roberto Carlos. Y de portero, Iker Casillas.

Figo y Florentino Pérez le ganaron las elecciones

En aquella plantilla estaba también Nicolas Anelka, hasta entonces fichaje más caro del Real Madrid por el que se pagaron 5.000 millones de pesetas. Sería ese año, el 2000, en el que Sanz prestaría su último servicio como presidente blanco al ser derrotado por Florentino Pérez y su promesa cumplida de ver a Luis Figo en el Santiago Bernabéu.

En menos de cinco años, una Liga, una Supercopa de España, una Intercontinental y dos Champions League. Ese fue el bagaje de Lorenzo Sanz como presidente en la sección de fútbol. En baloncesto, se despidió con una Recopa de Europa y una ACB.

Un legado inolvidable para el Real Madrid

En su haber, fichajes como Mijatovic, Suker, Seedorf, Roberto Carlos, Iván Helguera, McManaman y Nicolas Anelka, y la apuesta por un Vicente del Bosque con el que terminaría llegando la Novena a las vitrinas del Santiago Bernabéu.