Lionel Messi fue de nuevo el nombre propio del Barça en un partido. El 10 azulgrana, ante el Valencia, anotó un doblete para guiar a su equipo a la victoria y su segunda diana fue un completo golazo de falta. Precisión, potencia y a la red de Cillessen.

Fue en el minuto 67, cuando el propio jugador argentino recibió una falta en la frontal del área. En la televisión se veía cuánta distancia había. Eran 23 metros, perfecta para Messi.

La barrera, dispuesta. Leo, poca carrerilla para perfilarse lo justo con su zurda. El lanzamiento, prácticamente perfecto.

El cuero superó la barrera sin problema y cogió la altura justa para ir rumbo a la portería. Además, con precisión. Era imposible para Cillessen.

Lo era porque pegó justo en el poste antes de irse hacia dentro. El vuelo del holandés quedó en nada para detener un disparo que puso tranquilidad en los culés hasta que Carlos Soler, en el 82, acortó distancias.

Pero al final, 2-3 en el marcador y tres puntos para los azulgranas antes del decisivo Barcelona - Atlético de la próxima jornada. LaLiga sigue en juego.