Lionel Messi y Sergio Ramos. Sergio Ramos y Lionel Messi. No solo se medirán en el campo a nivel de juego en El Clásico del Camp Nou, con el delantero buscando las cosquillas al defensa y el defensa tratando de evitar que eso suceda, sino que, en el Barcelona - Real Madrid, deben hacer valer lo que son para sus equipos: sus capitanes y sus líderes.

Como en los enfrentamientos entre Oliver Atom y Marc Lenders en la mítica serie de televisión japonesa, no solo deben jugar bien, sino que han de 'tirar del carro'. De levantar el ánimo en esos momentos complicados que a buen seguro habrá en los 90 minutos de duelo.

Y en eso Lionel Messi tiene una asignatura pendiente. El argentino, para muchos mejor jugador de la historia del fútbol, peca de defecto de liderazgo cuando las cosas se complican. Sucedióante el Bayern, en el doloroso 2-8 de la Champions League, pero tambiéncontra el Getafe en la que fue la primera derrota culé en LaLiga 2020-21.

Esa voz de autoridad como sonido, y no una en el vestuario con la mirada perdida, es lo que muchas veces necesitan los otros jugadores que visten con tus mismos colores. En El Clásico, si la cosa se complica, Messi debe dar ese golpe de autoridad que tiene por veteranía y por capitanía.

Ramos, a punto para El Clásico

Y claro está, por calidad. El seis veces Balón de Oro lleva tiempo a cero en un Clásico, pero tentar a la suerte es mal consejo y por ello Sergio Ramos ha de estar atento para poner en valor su saber estar y veteranía en el verde.

Ha llegado justo al partido, tras sufrir un golpe en la rodilla contra el Cádiz. Sin él, el Real Madrid se llevó tres goles en una primera parte para olvidar ante el Shaktar. El partido, derrota para los de Zidane que dejó al galo 'rezando' para la vuelta del camero contra el Barça.

Está listo, tras entrenarse con normalidad en la última sesión.Y a él le sobra lo del liderazgo. Desde el mítico 93' en Lisboa, Ramos se ha reafirmado no solo como uno de los mejores centrales del mundo sino también como ese Carles Puyol que tenía el Barça. Como un Carles Puyol que el Barça sigue buscando.

Así pues, El Clásico será un partido de calidad y de carácter. Calidad tiene Messi a raudales, y el carácter es sobre todo cosa de Sergio Ramos. El brazalete se lleva, pero también se siente. Es algo más que algo que se añade a la equipación.

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