Luis Suárez ya no está en crisis. Así de simple. Así puede cambiar todo para un jugador en 90 minutos. El uruguayo marcó no ya uno, sino hasta dos goles en el triunfo del Barcelona ante un Leganés que a buen seguro se podrá preguntar qué ha hecho para perder 0-3 ante los azulgranas. Paulinho, al borde del descuento, hizo el tercero en una jugada 'rebotera' de Lionel Messi.

Lo cierto es que el Barcelona no hizo demasiado en Butarque.. Hizo lo justo. Lo justo que, eso sí, le sirvió para ganar. El Leganés, a buen seguro, se cuestionará qué ha hecho mal no solo para no puntuar en el duelo ante los culés, sino para además haberse llevado tres goles en contra.

Se lo preguntará porque, en parte, les va a costar encontrar respuesta. Los pepineros superion jugarle al Barça. Supieron hacerlo a nivel defensivo, tapando a un Messi que apenas participó en el juego de ataque azulgrana. También lo hicieron bien a nivel ofensivo, pero se toparon no pocas veces con un excelso Ter Stegen.

Fue el alemán quien mantuvo el tipo de un Barça que no parecía tener dominado el partido sobre el verde. Con todo, la respuesta a la pregunta del Leganés bien podría ser que ante todo un Barcelona el más mínimo error te cuesta caro. Aunque ese error sea individual y no colectivo. Le tocó fallar a Cuéllar, que en un disparo, o centro, de Alcácer no supo qué hacer y le dejó el balón muerto a Luis Suárez. El uruguayo no perdonó el 0-1.

No se achantó el Leganés eso sí, que siguió jugando a lo mismo y de la misma manera. Con una alta presión, con intensidad, buscando las bandas y los desmarques sobre todo de Amrabat. Pero si había algo de peligro ya se encargaba Ter Stegen de neutralizarlo. El alemán, un coloso con el 0-0, con el 0-1 y con el 0-2.

Pues con 0-2, tanto obra de Luis Suárez tras un rechazo de Cuéllar a un disparo de Alcácer, el germano se hizo grande ante Amrabat cuando este dejó en evidencia a un Piqué preocupado por ver la amarilla. La segunda amarilla, pues la primera, la que le impide estar en Mestalla ante el Valencia, la vio en el primer acto por un agarrón al que fuera jugador del Málaga.

El Leganés continuó con sus intentonas, pero ya el cansancio no solo pasaba factura en lo físico sino también en lo mental, como se vio en una jugada en la que a Amrabat se le nubló la vista. Justo después Messi demostró tener más claridad, con un buen pase y una jugada rebotera en la que, no se sabe bien con qué, terminó dando un balón a Paulinho para que este mandara el cuero a la red.

Cero a tres. Así acabó el partido para un buen Leganés y un Barça que no mostró su mejor versión en Butarque pero sí una constante y segura en defensa y con la suficiente mordiente arriba. Los culés terminarán la jornada contentos y felices, con tres puntos más en su bolsillo y a diez de Atlético y de Real Madrid.