Laporta pagó 750.000 euros al hijo de Negreira durante su primera etapa al frente del Barça, entre 2004 y 2010, según la conclusión de la Agencia Tributaria. En esa misma época, Javier Enríquez, el hijo del exnúmero 2 de los árbitros, trabajaba para la Real Federación Española de Fútbol como asistente de la Selección.

Es la información que ha hecho pública el diario 'El Confidencial', que ha determinado que pese a su implicación en los pagos será difícil que las diligencias afecten a Laporta porque no está imputado, ya que en esa primera etapa dejó de ser presidente el 30 de junio de 2010, cuando aún no había un delito tipificado por la compra de árbitros.

Además, los pagos del FC Barcelona a José María Enríquez Negreira entre 2001 y 2018 no fueron continuados en el tiempo, ya que durante tres temporadas (una con Joan Gaspart al frente del club y las dos primeras de Joan Laporta) no se produjeron, según publica 'Mundo Deportivo' citando los papeles de 'Football Leaks'.

Según la misma información, los pagos se iniciaron en 2001 (135.218 euros) bajo la presidencia de Joan Gaspart, pero se cortaron cuando Enric Reyna sustituyó a Gaspart (2002-03) y en los dos primeros años de la presidencia de Joan Laporta (2003-04 y 2004-05). La relación de pagos se retomó en 2005, con Laporta como presidente.

Los abonos se produjeron a la empresa NILSAD SCP, que percibió en la campaña 2006-07 221.278 euros, en la 2007-08 243.659 euros, en la 2008-09 285.398 euros y en la 2009-10 573.398 euros, al parecer por el aumento de servicios de índole informativo, según 'Football Leaks'.

Durante las tres temporadas y media en las que Sandro Rosell estuvo al frente del Barcelona, el club azulgrana abonó, según la citada información, 576.190 euros las temporadas 2010-11 y 2011-12, 598.690 euros la 2012-13 y 598.940 euros la 2013-14, en la que Josep Maria Bartomeu estaba al frente del club catalán. Los pagos, añade, continuaron con Bartomeu en la 2014-15 (546.630 euros), en la 2015-16 (521.613), en la 2016-17 (577.660 euros) y en la 2017-18 (549.525 euros). En esa fecha es cuando Bartomeu habría comunicado que el club azulgrana no quería seguir utilizando los servicios de la empresa de Enríquez Negreira, lo cual motivo que éste le enviara un burofax amenazante.