La demolición del Estadio Vicente Calderón ha afectado emocionalmente a los aficionados del Atlético de Madrid. Allí el club ha vivido los mejores momentos de su vida.
Y para la familia de Vicente Calderón, presidente fallecido de la entidad, no ha sido fácil su visita. Un equipo de Jugones les ha acompañado.
Paloma Calderón, su hija, no pudo evitar emocionarse: "Me da pena. Quedará para siempre". Javier Muñoz Calero, nieto de Calderón, compartió el mismo sentimiento.
La nieta, Marta Muñoz Calero, entre lágrimas, enseñó un medallón del estadio. "Era de mi abuelo y lo llevo siempre encima", contó conmovida.