Wayne Rooney no va a jugar sí o sí en el Everton solo por ser un ídolo de la afición. El delantero, que ha vuelto a su casa tras varios años en el Manchester United, fue detenido el 1 de septiembre por conducir bajo los efectos del alcohol. Y eso es algo que no ha gustado a Ronald Koeman, su entrenador.
"Estoy muy decepcionado con él y con su situación. Hablé con él, y el presidente también lo hizo. Si veo que no está en condiciones físicas o mentales de jugar no lo hará. La acción disciplinaria la tomará el club en el momento adecuado", afirmó el holandés.
Tribunales
La fiscalía sueca archiva la investigación por violación con la que se relacionaba a Mbappé
El contexto En una reciente entrevista, Mbappé dijo que "nunca" se había sentido preocupado por el caso. Aunque reconoció que "hay mucho ruido", aseguró que había intentado concentrarse en su trabajo.