En Italia no es raro que se impongan una serie de medidas restrictivas para los aficionados visitantes en partidos considerados de alto riesgo por las autoridades.
Sin embargo, la Juventus ha llevado la costumbre a otro nivel y, de cara al partido correspondiente a la segunda jornada de la Serie A frente al Nápoles, ha denegado la entrada al estadio a toda persona que haya nacido o resida en la región de Campania, cuya capital es Nápoles.
Tras anunciar esta drástica decisión a través de las redes sociales, la Juventus y la policía italiana tendrán que dictaminar una decisión definitiva el próximo 20 de agosto ante el revuelo causado en la parroquia napolitana.
Y es que esta medida no solo incumbe a los aficionados del Nápoles, sino que los propios 'tifosi' bianconeros residentes en Campania tampoco podrían acudir al partido, como es el caso del entrenador de la 'Vecchia Signora', Maurizio Sarri.