"Prefiero ver esto que un número en el banco". Lo dice Iago Aspas y se lo cuenta a nuestro compañero Julio Suárez mientras piensa en Moaña, su pueblo. Porque este multimillonario futbolista sigue anteponiendo su tierra al dinero, y sigue diciendo lo siguiente: "Soy feliz en mi pueblo, en mi casa y con mis amigos. No necesito más de lo que tengo".

En la vida, cuando se profesa admiración por alguien basta con mirar a las personas de su alrededor para tratar de entender tal mitificación, y Julio Suárez ha preguntado por Moaña para conocer qué piensan los vecinos de su ídolo Iago Aspas.

"Como persona y como vecino, estupendo", dicen en la pescadería. "Es buen deportista y sencillo", apunta otra señora. O "es igual que antes", subraya otra persona para dejarnos claro que la figura del futbolista del pueblo, allí, está en una nube.

Un reportaje para conocer más de cerca a la estrella del Celta de Vigo y de la selección española que para siempre será el chico que vino de "una familia humilde de cuatro hermanos cuyo padre fue mecánico y cuya madre fue mariscadora".