El protagonista es Ognjen Vranjes, jugador bosnio del AEK de Atenas, quien va a ser sancionado por enseñar en el encuentro de fase previa de la Conference League frente al FK Velez un tatuaje con simbología nazi.
El tatuaje en cuestión es del rostro de un caudillo y sacerdote yugoslavo Momcilo Dujic. Este líder chetnik fue uno de los que colaboró con los ocupantes italianos y nazis durante la Segunda Guerra Mundial.
Podría estar oculta en el cuerpo del defensor, pero la cara de Dujic se puede apreciar a simple vista cuando viste con la equipación corta de partido, ya que la tiene tatuada en la cara interior del brazo derecho, ocupando todo el bíceps.
Por ello, la UEFA ha decidido advertir al jugador con una reprimenda y "cargos por conducta poco ética", pero será sancionado si no se tapa ese brazo en cualquiera de los siguientes partidos pertenecientes a competiciones organizadas por el órgano europeo.
El jugador ya es consciente del comunicado y tendrá que acatar tales órdenes si no quiere ser penalizado económicamente y apartado de jugar, como ya lo ha sido de su selección.
La Federación Bosnia, allá por 2018, ya le negó la posible incorporación a más concentraciones internacionales con su país, aunque tiene también la nacionalidad serbia, "condenando enérgicamente el comportamiento del jugador", quien se prodigó en escenificar varias "formas de glorificación del fascismo y sus partidarios" a la vista del resto de sus compañeros.