Alguno a buen seguro ha aumentado el tiempo de siesta esta tarde. El motivo, el Atlético y su de nuevo aburridísimo encuentro en el que otra vez tropezaron fuera de casa. Los rojiblancos empataron a uno en un partido sosísimo en el que, al menos, queda la buena noticia del regreso de Joao Félix.
El portugués salió al verde en el minuto 75, cuando entró en lugar de Marcos Llorente. Un cuarto de hora tuvo un jugador que no fue titular, pues su puesto, su puesto a priori al menos, lo ocupó Ángel Correa. El argentino fue de los pocos que buscó espacios y el juego entre líneas, pero a quien hay y había ganas de ver era a Joao.
Un total de seis partidos se ha perdido el luso, que no se vestía de corto desde que se lesionara en el tobillo ante el Valencia. Al igual que contra los che, el Atleti empezó ganando para terminar cediendo dos puntos en una acción a balón parado.
El portugués trató de moverse por el centro del ataque del Atlético, haciendo de enlace para Morata y Poveda, que entró al final del encuentro. Su acción de mayor peligro se resume en una jugada en la que trató de hacer una ruleta en el área grande que no salió bien.
Con todo, hace falta clase y talento en un equipo que corre mucho pero que no sabe qué hacer para llevar la pelota a situaciones de peligro. Contra el Granada, la primera parte fue anodina y la segunda también, y tan solo el gol de Lodi sacó del sopor al aficionado.
En los minutos finales, prisas y ocasiones de Morata. Tarde y mal, ante el descontrol de unas ofensivas en de nuevo otra búsqueda a la desesperada de arreglar un trabajo cuanto menos cuestionable en ataque durante 90 minutos.
Y es que la pizza de Diego Simeone empieza a estar cada vez más quemada. El fútbol sigue brillando por su ausencia y los resultados y el juego están muy lejos de la enorme inversión realizada.