España está en octavos... y gracias. El equipo de Luis Enrique se ha metido en la siguiente fase a pesar de caer derrotada ante Japón (2-1). Una segunda parte desastrosa que tiene que seguir como un importante toque de atención. No se puede jugar así en las eliminatorias. Marruecos será nuestro rival.

Nada tuvo que ver el primer tiempo con el segundo. Justo lo que pasó cuando Japón se enfrentó a Alemania. Los de Luis Enrique dominaron en la primera mitad, teniendo la pelota casi en un 80% y disponiendo de las mejores ocasiones. Álvaro Morata marcó en un pase perfecto de Azpilicueta.

A partir de ahí España durmió el partido. Atacó menos, tocó más. También sufrió con las salidas de balón, con algunos errores de Busquets y un susto muy claro de Unai Simón con los pies.

Pero todo cambió tras el descanso. Japón salió con mucha más energía y se encontró dos goles en cinco minutos. Doan y Tanaka, los goleadores. Un resultado que hacía a España tener que mirar el otro partido. El pase a octavos, en gran peligro.

El partido había dado un vuelco. España ya no dominaba. Tampoco atacaba. Luis Enrique hizo varios cambios. Entre ellos el de un Ansu Fati que debutó en este Mundial de Qatar, entrando al campo en el minuto 70.

El otro partido lo condicionaba todo. Costa Rica dio el susto poniéndose por delante, pero Alemania volvió a empatar. Con ese resultado, España pasaba como segunda clasificada.

Los de Luis Enrique comenzaban entonces a acosar la portería nipona. Pero las ocasiones claras seguían sin llegar. El dominio volvía, de nuevo con Japón en su campo. Pero encontrar la portería rival parecía imposible.

España está en octavos después de un sufrimiento terrorífico. España se medirá a Marruecos... y tendrá que cambiar muchas cosas si quiere pasar.