James Rodríguez fue uno de los señalados por la afición de Colombia tras el 0-1 ante Perú. El mediocentro, número 10, recibió la ira de la hinchada y sus propios compañeros tuvieron que sujetarle tras encararse con la grada.

Durante el encuentro, el jugador del Al-Rayyan de Catar hizo gestos para que dejasen de silbar... pero no le hicieron caso. Es más, lejos de calmarse, el público empezó a lanzar cosas al verde.

Eso hizo que tuvieran que ir a por él para llevarle más rápido a vestuarios, a donde llegó acompañado por compañeros de su selección y también del staff de los cafeteros.

El malestar de los jugadores era palpable. Juan Cuadrado se encargó de transmitirlo tras el partido, haciendo especial mención al lanzamiento de objetos.

"No es posible que nos tiren latas al final del partido. Me incomoda su comportamiento. Todos queremos ir al Mundial y debemos estar en la misma dirección", afirmó el futbolista.

Lo cierto es que lo tienen complicado. Tras seis partidos sin ganar, su pase para el Mundial de Catar no es para nada sencillo y menos aún tras la derrota contra Perú.

Ahora mismo son sextos, y tienen delante un encuentro contra Argentina en el país de la Albiceleste.