El mundo del deporte se quedó paralizado hace un mes después de que se comunicara que el futbolista iraní Amir Nasr Azadani, de 26 años, había sido condenado a muerte por el Gobierno del país.

¿La razón? Particiar en las protestas que sacuden el país desde el pasado 16 de septiembre, día en el que ejecutaron a la joven Mahsa Amini por no llevar bien colocado el velo.

Ahora, se ha conocido la sentencia final del caso: este lunes, un tribunal revolucionario le ha condenado a 26 años de cárcelpor presunta complicidad en el asesinato de tres basijis (miembros de las fuerzas de seguridad islámicos) y otros dos delitos cometidos durante las protestas.

De esos 26, 16 años son por su complicidad en el asesinato de los tres milicianos, a cinco por el cargo de reunión y colusión para cometer delitos y a dos más por ser miembro de grupos ilegales.

También han sido juzgados otros dos implicados en los hechos que no han corrido con la misma 'suerte' que Amir Nasr-Azadani y serán ejecutados por el Gobierno al igual que ocurrió hace unas semanas con el luchador Majid Reza Rahnavard, que fue ahorcado en público en la ciudad santa de Mashad por las mismas acusaciones.