Un penalti muy polémico decidió el igualado Inglaterra - Dinamarca de semifinales. Cayó Sterling en el área, en el tiempo extra (1-1 a los 90 minutos) y el colegiado decidió señalar la pena máxima. El VAR no corrigió su decisión, que sirvió para que Harry Kane metiera a Inglaterra en la final. Pero no lo tuvo nada fácil.

Porque si algo ha demostrado Dinamarca en esta Eurocopa es que su despliegue ofensivo ha sido uno de los mejores del campeonato. Y lo demostró, claro, también en la semifinal.

Mikkel Damsgaard abrió el marcador con un lanzamiento de falta exquisito que se coló por la escuadra del marco inglés. Pero los de Southgate, lejos de bajar los brazos, rápido buscaron el empate.

Sólo tardaron nueve minutos en lograrlo. Saka centró al punto de penalti, donde entraba Sterling en solitario sólo para empujarla, y finalmente fue Kjaer quien introdujo la pelota en su propia portería. 1-1 y vuelta a empezar

Schmeichel se convirtió entonces en el héroe danés con varias manos salvadoras en la línea de gol. Resistía Dinamarca, que llegaba al cruce claramente como la tapada ante una Inglaterra arropada por sus aficionados en Wembley.

En la prórroga el portero danés estuvo cerca de obrar el milagro definitivo. Un penalti muy riguroso sobre Sterling acabó en una mano salvadora sobre Kane, pero el delantero llegó al rechace para adelantar a los suyos en el marcador.

Inglaterra se las verá con Italia el próximo domingo a partir de las 21 horas. De nuevo en Wembley, de nuevo en su estadio, los de Southgate están a solo un pasito de convertirse en campeón de la Eurocopa por primera vez en toda su historia.