Leo Messi ya sabe lo que es vestir la camiseta del Inter Miami. Ya sabe lo que es enfundarse la elástica de su nuevo club. Y sí, también sabe lo que es celebrar un gol con su nuevo equipo. Todo, en su primer día. Todo, en su debut. En un debut soñado en el que el argentino demostró de lo que es capaz para dar, en el descuento, la victoria a su equipo ante el Cruz Azul.

Lo hizo además con uno de esos goles que son marca de la casa. Porque, para él, lanzar una falta directa es como tirar un penalti. Ni barrera, ni portero rival... Nada. Nada hay que se pueda interponer entre él y la red cuando golpea al cuero como lo golpea.

Fue en el minuto 94 cuando Leo se dispuso a botar una falta en la frontal. Una cometida sobre él mismo. Mirando al arco, carrera hacia la bola y disparo con su zurda. El efecto, perfecto. Imparable. Imposible de detener. Y el 1-1 pasó a ser 1-2 gracias a la gran diana anotada por el argentino.

David Beckham, propietario del club de Florida y ex de equipos como Manchester United, Real Madrid y PSG, no podía estar más emocionado. Porque ha logrado a Messi. Porque tiene al jugador que más veces ha ganado el Balón de Oro. Y porque como siga marcando estos golazos bien pueden todos ir frotándose las manos...

Bien hicieron los LeBron James, Tom Brady y demás en no querer perderse el debut de Messi. De un jugador que, junto con Sergio Busquets, saltó al verde en el minuto 53 para dar vida a los de Miami.

Ahora ya les queda disfrutar con lo que el argentino puede dar en la MLS. Visto lo visto en la Leagues Cup, en un torneo en el que juegan clubes de la Major League Soccer y de la Liga MX, avisados están de que hacer faltas en la frontal del área no es buena idea con Messi en el verde.