Hablar de Pelé es hablar de mundiales. En su palmarés quedan tres. El de 1958, el de 1962 y el de 1970. Unos números increíbles. El delantero lideró a su selección en dos de esas tres conquistas. En la de 1962 apenas pudo jugar después de que cayera lesionado ante Checoslovaquia.
Todo comenzó en el 58. Un Pelé de sólo 17 años que asombró al mundo. Junto a Garrincha formó una dupla inolvidable que llevó a Brasil a proclamarse campeona al derrota a Suecia en la final.
La historia fue bien diferente en el 62. Sí, Brasil volvió a salir campeona. Sí, Pelé volvió a salir campeón. Pero en esta ocasión apenas pudo participar. Una lesión en el partido contra Checoslovaquia se lo impidió. Aquel Mundial siempre será recordado por su dureza. Y Brasil fue una de las selecciones más castigadas.
El cuadro sudamericano salió campeón precisamente ante Checoslovaquia, la selección que había lesionado a Pelé.
Tras el fracaso de 1966, Pelé agrandó su leyendo en el 70. 'O Rei' volvió a salir campeón en la final contra Italia. Se retió de los mundiales con un éxito total. Entre los más grandes: "Esta fue mi última Copa, soy el hombre más feliz del mundo".
Y Pelé, claro, marcó en aquella mítica final en la que Brasil 'bailó' a Italia con un contundente 4-1. Un equipo de leyenda que conquistaba su tercer mundial de los últimos cuatro disputado. Sólo fallo en el 66, cuando fue Inglaterra la que se proclamó campeona.
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De los 17 años a los 29. Con esas edades ganó 'O Rei' su primer y último mundial. En el medio, otro campeonato en el que apenas pudo jugar por la dureza del equipo de Checoslovaquia. Tres títulos mundiales y una de las historias más bonitas jamás contadas en el fútbol.