La final de la Eurocopa entre Inglaterra e Italia en Wembley se convirtió en una auténtica pesadilla. Cientos de hooligans asaltaron el estadio y convirtieron el estadio en un caos. No solo Lando Norris fue víctima de su vergonzoso comportamiento.

Harry Maguire, central inglés, ha revelado en 'The Sun' que su padre tiene varias costillas rotas después de ser "pateado" por varios aficionados que se colaron en el recinto deportivo.

"No fue una experiencia agradable, le hicieron mucho año, pero tuvo suerte, ya que en todos los partidos en los que ha estado ha tenido a mi sobrino o a uno de mis hijos sobre sus hombros", cuenta.

"Espero que la gente aprenda de esto. Mi padre acabó con dificultades para respirar y algunas costillas rotas, y no quiero que nadie viva este tipo de cosas cuando va a ver un partido de fútbol. Mi padre seguirá yendo a verme y a apoyarme a los partidos, pero ajora será un poco más consciente de todo", detalla el del United.

"Mucha gente llegó a sus asientos y había gente sentada en sus asientos. Eso provocó enfrentamientos con personas a las que se les decía que se movieran. Las cosas podrían haber sido peores. Necesitamos aprender... y confío en que lo haremos", finaliza.

La jornada estuvo marcada por la vergonzosa actuación de cientos de aficionados ingleses, que intentaron acceder al estadio horas antes de arrancar el partido. Muchos de ellos lo lograron y sembraron el terror por los pasillos de Wembley.