Partido de locura el que se vivió en el Santiago Bernabéu. Partido de locura entre el Real Madrid y el Almería. Entre el ahora líder de LaLiga y el colista. Entre el equipo que tan solo ha perdido un encuentro y el que sigue sin saber lo que es ganar. Uno que iba 0-2 a descanso para los andaluces; uno que acabó, tras 103 minutos, con victoria para los de Ancelotti.
Con victoria con polémica. Con mucha polémica. Y con VAR. Con mucho VAR. Hasta en tres ocasiones intervino el vídeo. Hasta en tres ocasiones que fueron clave, que fueron vitales para el devenir del duelo. De la que más se va a hablar va a ser, muy posiblemente, de la que acabó en gol de Vinicius.
Brazo, hombro... VAR
El brasileño, en el minuto 70, batió a Maximiano con una acción que, en un comienzo, fue anulada. Anulada por mano, por brazo más bien, de Vinicius. El brasileño, eso sí, reclamó que el cuero había impactado en su hombro. Ahí entró el VAR.
Hernández Maeso, ártbiro del partido, fue raudo al vídeo. Era la tercera vez que iba. Se conocía el camino. En las imágenes, la acción desde todos los ángulos. En movimiento. En pausa. Todo para que el trencilla tomara la decisión que, a su juicio, era la correcta.
Y fue que era gol legal. Fue que debía rectificar. Según el colegiado, Vinicius no remató con el brazo sino con el hombro en una acción que hizo estallar tanto a los jugadores como al equipo técnico del Almería.
El 1-2, de penalti por VAR
Era, como se dijo anteriormente, la tercera visita del colegiado al VAR. En la primera, penalti a favor del Real Madrid por mano en una acción en la que pudo haber falta previa de Rudiger. La segunda, gol anulado al Almería por un manotazo de Lopy al comienzo de la jugada.
Al final, 3-2, con un tanto de Carvajal en el minuto 98 para que el Real Madrid sumase tres puntos en un partido que perdían por 0-2 al descanso. Tres puntos con polémica. Tres puntos con mucha polémica.