El partido amistoso entre Fenerbahçe y Dinamo de Kiev estuvo marcado por el lamentable comportamiento de los aficionados locales, que corearon el nombre de Vladimir Putin, el presidente de Rusia que ordenó la invasión sobre Ucrania.

Unos cánticos que provocaron el enfado del entrenador del Dinamo, Mircea Lucescu, que salió indignado del encuentro: "El partido salió bien, pero no contábamos con lo de los aficionados, no esperaba tales cánticos, fueron deplorables". El técnico se negó a acudir a la rueda de prensa posterior en el campo turco.

Y no es la única reacción. Vasyl Bodnar, embajador ucraniano en Turquía, condenó los cánticos: "El fútbol es un juego justo. Ayer, el Dinamo Kiev fue más fuerte. Me entristece mucho oír las palabras de apoyo de los hinchas del Fenerbahçe al asesino y agresor ruso que bombardea nuestro país".

"Estoy muy agradecido por el apoyo del pueblo amigo turco a Ucrania, al considerar inapropiada la actitud de la hinchada", dijo el diplomático.

El encuentro fue tenso dentro y fuera del terreno de juego. El árbitro tuvo que mostrar hasta 14 tarjetas amarillas por el juego brusco de algunos jugadores. Una de ellas al jugador del Dinamo que celebró un gol de manera "exagerada", según la prensa local.

Tras el encuentro se celebró una manifestación frente a la embajada ucraniana en Ankara condenando la invasión de Rusia sobre Ucrania.