RAC1 ha avanzado el informe que una compañía de inspecciones ha realizado sobre el estado del Camp Nou tras ser contratados por Sandro Rosell en el año 2013. Según recoge el medio, la situación higiénica del estadio era "muy grave".

Tan grave como que, por ejemplo, en los bares de dentro de estadio se descubrieron excrementos que chorreaban desde las vigas hasta las planchas de cocinar.

La empresa, en ese sentido, pidió una "revisión intensiva" de forma urgente, algo a lo que el club hizo oídos sordos.

Porque no llamaron a ninguna empresa para arreglar los problemas de higiene. Problemas que, aparte del nombrado, incluían nidos creados encima de 20 centímetros de heces de paloma. Nidos que, según dice el informe, tenían un par de años de vida.

Y es que el estadio estaba, según cuentan, en un "estado bastante deplorable por dentro".

No en vano, se hizo público que el Barça jugó hasta 21 partidos en 2019 con riesgo para la afición en el Camp Nou.

Ahí también se hizo caso omiso por parte de la junta de Bartomeu, que no prestaron atención a los 127 desperfectos que requerían "actuación inmediata".

Ha sido la Junta Gestora tras Bartomeu y Joan Laporta los que se han encargado de estos graves problemas.