Eden Hazard cumplió su partido 100 con Bélgica con una victoria en Chipre (0-2) que redondeó Michy Batshuayi, para asentar al conjunto de Roberto Martínez como dominador del Grupo I del camino hacia la próxima Eurocopa. El talento mostrado en los primeros minutos del partido fue suficiente para que Bélgica, que ya ganó a Rusia en su primer partido, acumulara otros tres puntos.
La inclusión en el once de futbolistas como el lateral del Atalanta Timothy Castagne o el centrocampista del Wolverhampton Leander Dendoncker constatan la permanente evolución de los 'diablos rojos'. Miembros de la nueva camada que pide un espacio entre la brillante generación que forma parte de la elite del fútbol internacional.
No brilló Bélgica en Nicosia ante un rival batallador alentado por la goleada que hace tres días consiguió en este mismo escenario ante San Marino. El conjunto de Roberto Martínez apretó el acelerador en los primeros veinte minutos, destapó las carencias defensivas de su rival y dejó allanado el camino hacia el triunfo. Pudo terminar con un marcador mayor.
Pero le bastó con el acierto inicial y con contener el empuje chipriota. Fue Eden Hazard el que abrió la victoria. A los diez minutos, dio una solución a Michy Batshuayi, que buscaba espacio dentro del área, rodeado de cuatro defensores. El jugador del Crystal Palace cedido por el Valencia dio el balón a su capitán, que según recibió ejecutó un disparo que superó al meta Urko Pardo.
Ocho después, anotó el segundo Bélgica. Thorgan Hazard, al primer toque, asistió a Batshuayi, que sorteó al meta local y llevó otra vez la pelota a la red. Al conjunto de Roberto Martínez le bastó con mantener el control de juego aunque el ritmo del partido decayó.
Bélgica no acertó a ampliar su renta. Batshuayi pudo ampliar su cuenta. Igual que Eden Hazard, que había firmado su trigésimo gol con la selección. Chipre mejoró después. Se sintió cómodo en un duelo trabado, cada vez con más aproximaciones al área de Thibaut Courtois.
Pero su gran ocasión no llegó hasta el tramo final. En los últimos minutos del partido. Fue en un cabezazo de Konstantinos Laifis en una acción a balón parado que salió por encima del larguero.